domingo, febrero 20, 2005

El sometimiento de la mente

1.- En Busca del Toro

¡Solo en el desierto, perdido en la jungla, el muchacho busca y busca! Las aguas enervadas, las montañas lejanas y el camino interminable... cansado y en desesperación, no sabe dónde ir, solamente escucha los pájaros vespertinos cantando en el bosque.

La inspiración para este primer paso, el cual es la búsqueda del toro, es sentir que las cosas no están completas, que falta algo. Ese sentimiento de pérdida produce dolor. Buscas lo que sea para que la situacion sea correcta, y descubres el intento del ego de crear un ambiente ideal es inaceptable.

en busca del toro

2.- Descubriendo las Huellas

Por la corriente y bajo los árboles, dispersas, están las huellas del perdido; la hierba dulce crece tupidamente – ¿ha encontrado él el camino? No obstante en los cerros distantes, a lo lejos, la bestia deambula, su nariz alcanza los cielos y nada puede esconderse.

Entendiendo el origen encuentras la posibilidad de trascender el dolor. Esta es la percepción de las Cuatro Nobles Verdades. Ves que el dolor resulta de los conflictos creados por el ego y descubrir las huellas del toro, que son las marcas profundas del ego en todos los juegos y eventos. Más bien que en la fe ciega, te inspiras por las conclusiones obvias y lógicas. Esto corresponde a los caminos Shravakayana y Pratyekabuddhayana.

descubriendo las huellas


3.- Percibiendo el Toro

El muchacho encuentra el camino por el sonido que escucha; con lo cual ve en el origen de las cosas, y todos los sentidos están en un armonioso orden; en todas sus actividades, el orden y la armonía están presentes. Es como la sal en el agua y la pega en el color, [está ahí, como entidad individual, aunque no los distingamos]. Cuando el ojo es propiamente dirigido, él encontrará que eso no es otro que él mismo.

Te sobrecoges al percibir el toro y entonces, porque ya no es más un misterio, te preguntas si realmente está ahí; percibes la cualidad insustancial. Cuando comienzas a aceptar esta percepción de no-dualidad, te relajas, porque ya no tienes que defenderte de la existencia de tu ego. Entonces puede darte el lujo de abrirte y ser generoso. Comienzas a ver otra forma de tratar con tus proyecciones y esa es la felicidad en si misma, el primer nivel espiritual de la obtención del Bodhisattva.

percibiendo al toro


4.- Cogiendo al Toro

Perdido largamente en el desierto inhóspito, el muchacho, al fin, ha encontrado al toro y ha puesto sus manos en él, pero debido a la presión del mundo exterior, es muy difícil mantener al toro bajo control. Él constantemente añora los pastos dulces. La naturaleza salvaje todavía está sin gobernar y rehúsa totalmente desgajarse. Si el pastor desea ver el toro completamente en armonía con él mismo, seguramente tiene que usar libremente el látigo.

Al vislumbrar al toro, encuentras que la generosidad y la disciplina no son suficientes para tratar con tus proyecciones, porque todavía no has trascendido completamente la agresión. Tienes que reconocer la precisión de los recursos diestros y la simplicidad de ver las cosas como son, conectadas al desarrollo completo de la compasión. La subyugación de la agresión no puede ser ejercida en una estructura dualística – se requiere una dedicación total en el camino compasivo del Bodhisattva, o sea, el desarrollo de la paciencia y la energía.

cogiendo al toro


5.- Domando al Toro

Una vez que el toro se ha capturado, el sometimiento del toro se logra por la precisión de la consciencia panorámica meditativa y el látigo astuto del conocimiento trascendente. El Bodhisattva ha logrado los actos trascendentes (paramitas) no vivir en nada.


domando al toro


6.- Llevando al Toro a Casa

Ya no hay más ninguna pregunta que buscar. El toro (la mente) finalmente obedece al maestro y llega a ser la actividad creativa. Esta es la penetración al estado de iluminación – el Vajra – como el Samadhi del Undécimo Bhumi. Con la apertura de la experiencia de Mahamudra, la luminosidad y el color del mandala llega a ser la musica que guía al toro a casa.

llevando al toro a casa


7.- La Trascendencia del Toro

Inclusive esa felicidad y color llegan a ser impertinentes. El mandala Mahamudra de símbolos y energías se disuelve en Maha Ati a través de la ausencia total de la idea de la experiencia. No hay más toro. La sabiduría loca ha llegado a ser más y más aparente y tú totalmente abandonas la ambición de manipular.

la trascendencia del Toro


8.- Ambos, el Toro y el ‘Yo’, Trascienden

Esta es la ausencia de ambos la lucha y la no-lucha. Es la imagen desnuda del principio primordial del Buda. Esta entrada en el Dharmakaya es la perfección de la no-vigilancia – no hay más criterio y el entendimiento de Maha Ati, como la última etapa, es trascendida completamente.

ambos, el Toro y el Yo , trascienden



9.- Alcanzando el Origen

Dado que hay esa libertad e ingenuidad y la ausencia total de temor, el juego o la participación de las sabidurías es un proceso natural. El origen de la energía, que no necesita ser buscado, está ahí; o sea, que ere rico en lugar de que te has enriquecido por algo. Porque hay una ternura básica como también un espacio básico, la actividad del Buda de la compasión está viva y también toda la comunicación es creativa. Es el origen en el sentido de ser un tesoro inextinguible de la actividad del Buda. Esto es, entonces, el Sambhogakaya.

alcanzando el orígen



10.- En el Mundo

Nirmanakaya es el estado del despertar completo de estar en el mundo. Su acción es como la luna reflejándose en cientos de vasijas de agua. La luna no tiene deseo de reflejarse, pero esa es su naturaleza. Este estado trata con la tierra y su simplicidad final, trascendiendo subsecuentemente el ejemplo de cada uno. Es el estado de ‘colapso total’ o ‘perro viejo’. Destruyes lo que necesita ser destruido, subyugas lo que necesita ser subyugado, y cuidas de lo que necesita tu cuidado.


en el mundo

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