jueves, mayo 27, 2004

DESTINO F(R)A(C)TAL

De
De la
De la iteración
De la iteración infinita
De la iteración infinita nace
De la iteración infinita nace este
De la iteración infinita nace este espejo
De la iteración infinita nace este espejo hipnótico
De la iteración infinita nace este espejo hipnótico de
De la iteración infinita nace este espejo hipnótico de palabras

palabras hipnóticas
hipnóticos ruídos
ruídos repetitivos
repetitivos ruídos
ruídos hipnóticos
hipnóticas palabras
palabras hipnóticas...

De
De las
De las palabras
De las palabras hipnóticas
De las palabras hipnóticas nace
De las palabras hipnóticas nace este
De las palabras hipnóticas nace este espejo
De las palabras hipnóticas nace este espejo de
De las palabras hipnóticas nace este espejo de iteraciones
De las palabras hipnóticas nace este espejo de iteraciones sin
De las palabras hipnóticas nace este espejo de iteraciones sin fin

FIN
IFN
FNI
INF
NFI
NIF
FIN
IFN
FNI
INF
INF

Infini-to-do
Infini-ta-rea
Infinitesi-mal
Infi-erno
Infi-lecidad
Infini-lino (inquilino del todo o gato infinito)
Infinit-ado (asombrado ante este lago inacabable)
Infinit-o-jepse (narciso infinito ante su reflejo loco)
Inf-atigable infinit-o-dioso
y así andamos, toda una eternidad.

Nada salva a las palabras del destino f(r)a(c)tal, se derrumban
Nada salva a las palabras del destino f(r)a(c)tal, se
Nada salva a las palabras del destino f(r)a(c)tal,
Nada salva a las palabras del destino
Nada salva a las palabras del
Nada salva a las palabras
Nada salva a las
Nada salva a
Nada salva
Nada
Nad
Na
N


miércoles, mayo 26, 2004

De laberintos, espejos y otros terrores

Un@ no se levanta un buen día y decide construirse un laberinto de espejos rotos en su jardín porque sí. Hay una fuerza, en alguno de los otros niveles de realidad, que ha planificado cuidadosamente este encuentro entre el ser y el laberinto. Le instala en sus pies una alfombra verde de caminos fractalizados y muros desconcertantes y sólidos como iceberg. Pero este truco arquitectónico es solo un ilusorio indicio de lo que viene después, entre o desde el laberinto. Los espejos, esos impostores ciegos y mudos que afirman ser nosotros con cada uno de sus gestos copiados a la perfección, haciendo gala de una disimulada pero no menos horrible actitud burlona. ¿Qué tendrán los espejos que hechizan las almas?¿Cuál será su secreta estrategia, su finalidad última, su motivo irrefutable por el que decidieron instalarse entre nosotros? Después de tantos interrogantes aflora en mí una sensación aguzante de complot, una manía persecutoria que carga mis espaldas con espejos y clava sus pedazos en mis pies descalzos. Es quizá también el horror de sentirse desdoblado ante un cristal, atracado por una luna que pretende arrancar mí identidad i aprisionarla entre una cárcel de luces...

(continuará)

lunes, mayo 17, 2004

El destino...¡qué misterio!Una ya no sabe que pensar sobre ello. Las personas y las cosas se mueven en una gran red, en un baile indeterminado y dinámico sin fin ni finalidad aparente. Me gusta pensar que cada uno de nosotros nació con un ovillo de lana entre sus dedos y que, con el paso de los calendarios, vamos dejando el rastro de nuestro hilo (azul, verde, amarillo, rojo, violeta,...)por los lugares que pisamos. También nos gusta enredar a las personas que se cruzan con nosotros en este curioso entramado que arrastramos. Nuestro ovillo es infinito, tan largo como nosotros deseemos. Algunas veces es gris porque nos faltan o nos sobran los motivos, otras es irisado porque llegó la primavera de nuestra vida, otras es rojo como la ira o como la pasión desbordada, a veces es azul porque queremos que nuestro mundo sea un cielo calmoso o eufórico, and so on. Los ovillos también tienen algunos nudos y entonces hay que desandarlos y curar el hilo y cuidarlo para que no se vuelva a enredar sobre sí mismo, mal asunto. Trenzamos nuestros hilillos viajeros de forma esmerada con otros cordeles a juego con el nuestro. También existe quién, un buen día (si es que así se puede llamarlo), decide que su ovillo no vale nada, que ha perdido cualquier utilidad ante el mundo-telaraña y decide hacerse una soga de cordón negro alrededor del cuello, ¡qué trágico!. Hay quién trabaja su hilo con manos artesanas y delicadas y quién olvida su hilo en cualquier parte porque tiene cosas más importantes en que pensar (pero no sabe que nada importa más que este hilo abandonado y que el resto viene solo pero hay que tejerlo aunque no se vislumbre el dibujo final). Hablando de dibujos, me gusta imaginar que el mundo es un gran tapiz en el que los hilos se conectan y se desconectan continuamente, las casualidades sólo existen de la mano de la gran Tejedora (que no es nada más que la suma de nuestros cuerpos y nuestros ovillos) que trabaja día y noche en esta inmensa alfombra (a veces sucia, a veces esplendorosa...)sin saber dónde terminará su labor cósmica,etc...

Todo esto me recordó a Persio, uno de los pasajeros del Malcom más enigmáticos (quién no sepa de qué hablo que lea "Los premios",primera novela de Julio Cortázar). A Persio, en sus ratos libres le gusta ejercitar su imaginación holística tratando de visualizar simultaniamente la posición de todos los trenes de Portugal o de cualquier parte del mundo.Con un mapa y un horario de trenes, los situa todos en el espacio físico en un momento determinado para, luego, ver qué dibujo se crea al unir todos los trenes-simultáneos. Elige intérvalos de 15 miutos,por ejemplo, y observa como ha variado el dibujo que forman los puntos-trenes. Tiene la esperanza que,algún día, todos esos puntos señalados en el mapa formarán una guitarra como la de Picasso o una reproducción idéntica de un Vieira da Silva. A partir de estas observaciones esóterico-geométricas, quizá logre atisbar las leyes que rigen la existencia o, por lo menos, las de los ferrocarriles...

viernes, mayo 14, 2004

Es cierto que la primavera la sangre altera pero creo que esta vez ya se está pasando de la raya la dichosa primaverita...Por lo menos hace tres semanas que mi piel parece un paisaje lunar con tanto cráter i sarpullido (me pica todo tanto como si tuviera un ejército de pulgas acampadas en mi cuerpecito), los estornudos y los mocos llegan a niveles alarmantes y mis ojos empiezan a llorar cada vez que asomo mi nariz a la calle. Si a estas molestias le sumo la fluctuación emocional tan bestia que sufro con la llegada de las florecitas y el calor y la eminente llegada del final de curso con todo el trabajo y estrés que conlleva...esto no hay quien lo aguante más!Detesto el "flower time"!

En estos últimos tiempos ando metida en un taller de Narrativa y me parece realmente apasionante. Estoy satisfecha por esta decisión ya que esto de escribir cada día me fascina más y me llena de tal manera que creo que voy a dedicar mi vida a ello, cueste lo que cueste. Una vez asomas la naricita por este mundillo de locos que es la literatura, no puedes dejar de asombrarte de la cantidad de cosas que hay por aprender, por leer, por analizar y por descubrir. Es inmenso este reino de las letras y hay que organizarse muy bien si uno quiere crear algo con cara y ojos. Cada uno lo hace a su manera, no existe una receta universal. Yo, de momento, he empezado a llenar diversos cuadernos (uno de trabajo del taller, un diario literario para las reflexiones, el bloc de notas para salir de paseo,...) y, lo mejor de todo, es que no me va mal. Rondan por mi cabeza distintas ideas que espero que pronto acaben de condensar en algo decente. La tarea de pensar y repensar las cosas, planificarlas y concretarlas, estructurarlas, buscar las formas más adecuadas para plasmarlas y, por fin, la elaboración de los textos con las consabidas correciones posteriores resulta una tarea agotadora pero muy gratificante. Es como armar un gran rompecabezas y eso requiere mucha paciencia y esfuerzo pero se hace con mucho gusto y entusiasmo! Nunca jamás hubiera creído que esto de escribir fuera tan complejo y me alegro de poder asomarme a este mundillo porque creo que aprenderé muchas cosas buenas aquí! :D

Además de esto (por fin he hallado algo que me llena!), estas últimas semanas he estado viviendo en una montaña rusa de sensaciones opuestas y extremas que me tienen agotadísima.
He vivido tantas cosas en tan poco espacio de tiempo que me vendría bien una temporadita de retiro para poder asimilarlo todo y asentar bien mis bases personales. Ha sido todo tan intenso!
Pero, de todas formas, es demasiado largo para contarlo en este post...quizá más adelante, con la mente más despejada, hablaré de ello. Tiempo al tiempo y tiempo para la perspectiva. Sólo necesito descansar unos días para ver las cosas con más claridad y poder extraer el aprendizaje que me ha sido otorgado y asimilarlo bien.

Ayer escribí estos versos en los que, como siempre, salen a relucir mis obsesiones más arraigadas: los espejos. Estoy muy satisfecha del resultado, ¿vosotr@s que opináis?


Juego de espejos

Resultó que eras un espejo
y que más allá de mí el amor no cedía.
Más allá de ti yo sólo era imagen,
carne y ceniza del tiempo añorado,
apenas nada,
bajo la mirada de un dios fracasado e inerme.

Resultó que yo era un reflejo
y tú,
una cárcel de luz enredada sobre sí misma.
Entre tú y yo dormía el cristal sordo,
apenas un respirar débil,
por si el ataque traicionero de ayer, hoy.
La misma excusa de siempre
para dormir con un ojo abierto o dos.

Resultó que yo era tú espejo,
la concavidad de tus miserias
y convexidad de tus glorias.
El filtro de mis ojos te enseñó a quererte tanto
que olvidaste amar mi imagen
que más allá de ti ya apenas nada o ceniza floja.

Resultó que tú eras el reflejo
de un desdén que en mí no había.
Mirarte más fue quererme menos
quererte menos fue mirarme más
and so on, querido eco
así hasta que la muerte nos separe
o decida
rom per est
e
esp
e
jo.

Laia


domingo, mayo 09, 2004

Recordando al maestro Cortázar, hoy debo curarme con la penicilina de las haches.


Es el Horror vacui, hestoy segura. Es él quién se ha hinstalado en mi vida, el Gran Vacío, y me está robando las hemociones,las palabras,los versos que antes nacían a borbotones. El horror horroroso que se hencubre detrás de una hiperactividad molesta, una sensación pesada en mi muñeca ha pesar de no llevar reloj. Me muestra sus dientecitos blancos henmascarado en los holvidos habsurdos de cosas básicas, en hagujetas provocadas por demasiada hacción pero, como dijo Horacio HOliveira, "cualquier acción es una protesta". Esta genial hobservación unida a mi frenética hactividad me hace pensar en qué revolución quiero llevar a cabo.¿Cuál es el sentido de mi protesta sorda y qué pretendo cambiar con hella? Porque yo nunca he sido persona demasiado hactiva (en el sentido físico de la hacción (porque en el terreno mhental soy incapaz de tomarme un respiro...)), por eso me sorprendo a mí misma contando los minutos libres que me quedan entre una hobligación y otra (he dicho hOBLIGACIÓN, que no devoción...) y hamargamente descubro que con apenas 7 u 8 hescasos minutos no puedo hacer nada de nada. Como si de un castigo se tratara, el día sólo tiene 24 horas para mí y el cansancio me himpide sacrificar horas de sueño a cambio de minutos de salud mental y felicidad vagabunda.
Esa sensación de derramar el tiempo, regalárselo a los demás a cambio de un poco de dinero o un vago hagradecimiento que ni siquiera sale del corazón. Me siento manipulada, hestafada, robada, trastocada, reemplazada por una Himpostora que vive a base de halarmas, hautobuses,hoBLiGacIoNeS, diques secos de pensamiento y sociabilidades himpuestas que en el fondo me horrorizan y quisiera lanzarlo todo lejos de mí para poder construir una nueva senda de retorno al paraíso perdido.

Hando todo el día buscando los sentimientos que perdí pero como no sé cuando desaparecieron soy hincapaz de vislumbrar una sola pista que me guie hacia hellos hoy. Supongo que en estas semanas algo ha cambiado. Supongo no,lo sé del cierto. He pasado, en tan solo tres días, de la hagradable ceguera del hamor al vacío insoportable que me hobliga a reconstruir una nueva vida en la que ya no hay hespacio para algunas cosas, en la que los mitos caen de la hestantería de mi biblioteca y chocan contra el frío suelo que los diluye y desenmascara. La cara patética, la himitación grotesca, un payaso desmaquillado que me mira triste y me hace llorar. Pero lloro con la hindiferencia de una hestatua, con el frío de un hiceberg que sólo muestra la punta de su sonrisa (y por debajo del mar las penas nadan siempre...). Esta nhada que me henvuelve y me defiende del "sentir demasiado" es la que me causa el horror vacui que tanto me preocupa y me hasalta en estos días de primavera hincierta.

Lhaia