miércoles, octubre 14, 2009

Cosmogonía



Cosmogonía


(Explosión de los pies a la cabeza)


En oleadas vuelve la vida

En un vaivén súbito que se resuelve

Entre temblores y carne por descubrir.


¿Atraparé ese misterio?

¿Ocuparé mi cuerpo de una vez por todas?

¿Resistiré las embestidas de la inconsciencia y del gris?

¿Ocuparé mi espacio con todo aquello que tenga sentido?

¿Renegaré del desconocido que habitaba en mí?

¿Conciliaré mi presencia con todas las ausencias y agujeros?

¿Condensaré en mi danza del azar mi esencia?

¿Sentiré?


Algún día sentiré.


Canales de existencia que se abren

como diques desbocados en tormenta.


Atrás queda la extenuación,

la insoportable carga de este ser.


Cada piedra que cae de mi bolsillo

Me concede un poco más de altura

Y me aleja

y me adentra

en un río sin agua.


Nadando entre lo intangible encuentro

Ecos de viejos latigazos y otras lacras.


Tiro del hilo,

caigo al suelo

Y el laberinto se desvanece.

No son paredes esas paredes

no es el centro ese vacío

no es al guardián a quién temo

-es a mí y a mi sombra-


Es imposible perderse cuando no existen muros

es imposible salir si no hay entradas

es imposible palpar con la mano el camino

si no existe muro, ni entrada

ni mano ni camino ni palpar ni palpador .


El misterio resuelto,

(No me haces falta, Ariadna)

Sólo necesito poner un pie delante del otro

Y no pensar

Y no pensar.


Esta secreta danza nocturna que me zarandea

Esta explosión primordial,

este nacer


Este sentir que siento, simplemente.

Este saber que soy algo más que un cuerpo sordo

o un fuego tosco

o un punto tonto entre las galaxias.


Este retorno a algo sagrado e innombrable

A la columna vertebral del universo

A algo central, a algo sin centro.


Este sentir,

este no sentir.

Este sentir,

Este no sentir...


Laia Blanch




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