Angustia a modo zen

Angustia a modo zen

Debajo de mi cama vive un monstruo
Asoma la tristeza a mi ventana
Huele a noche y no la noto
Sabe a frío entre mis sábanas
Jamás llego al corazón de la alcachofa
Y el tiempo,
maldito río que me ahoga y que está anclado
Y la punzada del desprecio y del hastío
Y una columna de cielo que oprime el pecho vacío
Y un piloto automático que guía los pies sin rumbo
Y ese estar sin estar o estar demasiado lejos
Ese vivir constante solapado a otra vida soñada
Esa maravillosa cadena de casualidades
que todo lo explican
Que todo lo enredan
Que delatan
el arte escondido detrás de la vida,
Las señales increíbles de los días de tormenta
Esos milagros mágicos que siempre ayudan a seguir andando
Esas revelaciones inexplicables en las que todo encaja
Satori tras Satori
Se ilumina el camino del ciego
Y, entonces,
quizás,
La duda ataca
¿qué es real y qué es un sueño?
¿Viví esto en otro tiempo?

Y,
a modo zen,
un cabezazo
contra la pared absurda.

Laia