Renacimiento
Arráncala.
Tira de ella con todas tus fuerzas.
Destroza esa máscara,
revienta los ladrillos uno a uno,
sacúdelo todo de un manotazo
no dejes muralla en pie
Límpiate,
que el agua arrastre todo lo que fuiste
para que sólo queden geometrías sinceras.
Permite al fuego devorar ansioso tus entrañas
Viaja hasta tus confines y asómate al abismo
Alíate con tus límites y con tus fantasmas.
Despliégate
Ocupa todo el espacio-tiempo
Dómalos tú a ellos y no a la inversa
Sé dueño del aquí, del ahora, del mientras tanto
Del por si acaso, del sí y del no y del quizás
Invádelo todo como si fueras viento.
Desnúdate,
Guarda los jirones de esa piel esclava
Descompón ese disfraz que tanto pesa
Deja de fingir que eres
Mírate con los ojos de tu verdadero rostro.
Abre las ventanas que ignoraste.
Apréndete,
Recorre cada palmo de tu historia
Cartografía tus amores y tus miedos
Sorpréndete a ti mismo
Entrando en tu jardín prohibido
Cierra la puerta a la tormenta que te persigue.
Respira.
Tira de ella con todas tus fuerzas.
Destroza esa máscara,
revienta los ladrillos uno a uno,
sacúdelo todo de un manotazo
no dejes muralla en pie
Límpiate,
que el agua arrastre todo lo que fuiste
para que sólo queden geometrías sinceras.
Permite al fuego devorar ansioso tus entrañas
Viaja hasta tus confines y asómate al abismo
Alíate con tus límites y con tus fantasmas.
Despliégate
Ocupa todo el espacio-tiempo
Dómalos tú a ellos y no a la inversa
Sé dueño del aquí, del ahora, del mientras tanto
Del por si acaso, del sí y del no y del quizás
Invádelo todo como si fueras viento.
Desnúdate,
Guarda los jirones de esa piel esclava
Descompón ese disfraz que tanto pesa
Deja de fingir que eres
Mírate con los ojos de tu verdadero rostro.
Abre las ventanas que ignoraste.
Apréndete,
Recorre cada palmo de tu historia
Cartografía tus amores y tus miedos
Sorpréndete a ti mismo
Entrando en tu jardín prohibido
Cierra la puerta a la tormenta que te persigue.
Respira.
Laia Blanch
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